Traducción y localización vienen a ser dos caras diferentes de la misma moneda, aunque son servicios que también se pueden presentar de forma separada. En las empresas de traducción como Traducción Ibiza trabajamos de forma habitual en estos dos servicios. Por consiguiente, a lo largo de este post queremos ayudaros a despejar las dudas que tengáis al respecto y explicar las diferencias entre traducción y localización para entender las distinciones entre estos dos conceptos. También es útil para que tengáis claro qué tipo de encargo tenéis que solicitar en cada caso.

A continuación, hacemos un repaso a las principales diferencias entre traducción y localización.

La traducción de un texto

Se trata del servicio de traducción básico que ofrece una empresa que, valga la redundancia, se dedica a la traducción. Por describirla de una forma clara y sencilla: la traducción se centra en pasar un texto del idioma de origen a uno de destino. Este trabajo se hace, en resumidas cuentas, palabra por palabra. Se centra en la literalidad, por lo que funciona adecuadamente en los textos que tienen un contenido de registro más informativo o jurídico.

En qué consiste la localización de un texto | Traducción Ibiza

En consecuencia, la traducción encaja de forma apropiada en encargos tales como las leyes, los correos electrónicos o los manuales de instrucciones. Requiere un conocimiento integral y preciso de los idiomas (en especial, respecto al de destino) para que los términos reflejen inequívocamente lo que se desea expresar. Es muy útil, por ejemplo, en las condiciones de uso de páginas webs y productos que deben aparecer en un número relevante de idiomas.

Por supuesto que este trabajo tiene una calidad y fiabilidad superiores que los que proporcionan los asistentes de traducción online. Hay que tener en cuenta que, aunque los registros citados destaquen por una objetividad que minimiza los matices, exigen un plus de concreción para no transmitir dobles sentidos ni malentendidos en cuestiones clave. De hecho, cuando hablamos de textos como los de los manuales de instrucciones, es fundamental tener claros todos los términos técnicos que deben traducirse a cada idioma para evitar problemas o accidentes con la maquinaría o aparato al que hace referencia dicho manual.

La localización

Localizar un texto implica dar un paso más en el proceso de preparación de una traducción global. Cabe señalar que existen encargos en los que traducir basándose en la literalidad no supone completar el proceso. Es determinante, por tanto, ser capaces de insertar el texto en las coordenadas culturales en las que se encuentran sus potenciales lectores.

Si no se trabaja el texto asociándolo a su bagaje cultural, este no va a calar entre su público objetivo. Una primera adaptación conlleva considerar los dialectos de los futuros lectores de ese texto. Un ejemplo que permite comprender esta necesidad es el de los diversos términos y sentidos que se pueden contrastar entre el inglés británico y el norteamericano.

Para conectar con el target, va a ser oportuno conocer las variantes de los giros y modismos, pero también los usos y costumbres respecto a simbología, fotos, grafismo, colores, religión, sentido del humor, etc. Si se ignoran, es posible que se genere rechazo por parte del lector.

Las localizaciones se han revelado como especialmente aconsejables para los contenidos inspiradores o las presentaciones (no fichas técnicas), desde la mercadotecnia de productos hasta los textos de una página web o de los flyers promocionales de un producto o un evento. Usar terminología de moda, palabras que se utilicen diariamente entre la población o evitar términos que puedan resultar ofensivos en una determinada región son objetivos propios de una buena localización.

Explicar la localización de textos

La transcreación

Por último, vale la pena incluir, dentro de las localizaciones, una nueva vuelta de tuerca. Se trata de la transcreación, que tiene una finalidad más orientada a la motivación. Se emplea para remarcar un objetivo propagandístico, por lo que tiene presencia en los lemas y guiones de todo tipo de campañas.

La culminación de este proceso implica que se produce un nuevo texto a partir del original y teniendo en cuenta la meta que se persigue. Así que es posible que se cambien incluso oraciones enteras. En estos casos de utilizan herramientas de traducción profesionales que garanticen la mayor calidad posible en todas las reinterpretaciones.

En definitiva, la localización añade contexto a la traducción. Juntas, configuran un producto que se adapta perfectamente a las necesidades comunicativas del público receptor. Como verás, las diferencias entre traducción y localización radican, sobre todo, en cómo se afronta cada texto dependiendo de su objetivo clave.

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